¡Somos lo que comemos!
Cuántas veces habrás escuchado y utilizado esta expresión. Seguramente en muchas ocasiones, pero ¿te has parado a reflexionar sobre lo que realmente significa?
La alimentación es un proceso voluntario de los seres humanos. Somos nosotros quienes decidimos qué comer, cómo lo cocinamos y cuándo lo comemos. Todo depende de NOSOTROS y cada vez somos más conscientes de las repercusiones que tienen esas elecciones sobre nuestra salud.
Nutrición y Salud están íntimamente relacionadas y cada día la evidencia científica nos aporta más datos sobre esta relación. Por este motivo, se está haciendo un gran esfuerzo para que todos los profesionales de la salud nos involucremos, de una manera activa, en concienciar a la población general en la importancia de llevar una nutrición saludable. Y, por supuesto, los dentistas no podemos quedarnos atrás en el compromiso que tenemos con la promoción de hábitos saludables.
El Consejo General de Dentistas de España, la Fundación Dental Española y la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria ha publicado recientemente una guía con información actualizada sobre aspectos nutricionales y sus repercusiones sobre la salud oral.
¡Desde este Blog nos sumamos a su apoyo y difusión!
Perioalcorcón se compromete a la promoción de una alimentación saludable entre sus pacientes con el objetivo de mejorar su salud oral y general.
La nutrición es uno de los requisitos básicos para la vida. Nos ha acompañado desde siempre y ha ido evolucionando a la vez que lo hacíamos nosotros. Algunos de estos cambios han sido positivos aunque otros han tenido efectos negativos. Por ejemplo, en el hombre primitivo enfermedades como la caries o las periodontitis eran muy raras. De hecho lo siguen siendo en animales salvajes. En cambio, hoy en día ambas enfermedades son comunes entre los seres humanos.
Las razones de este aumento se deben a la aparición sucesiva de factores de riesgo que promueven estas enfermedades. Uno de ellos es el patrón dietético que seguimos. Hemos pasado de una dieta natural integral a una dieta occidental que es más rica en macronutrientes y sal pero pobre en fibras y micronutrientes.
Estos cambios no solo han aumentado las enfermedades bucodentales, sino también han causado un aumento dramático de otras enfermedades crónicas no transmisibles. Existen multitud de estudios clínicos que han implicado a la mala alimentación y la nutrición deficiente en el aumento del riesgo de contraer enfermedades sistémicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer, osteoporosis, trastornos gastrointestinales, sobrepeso/obesidad, hipertensión y dislipidemias entre otras muchas.
Además, se establece un vínculo especial entre nutrición y salud bucal, una afecta a la otra y viceversa. Un estado nutricional deficiente puede afectar a la salud bucodental, pero del mismo modo una salud oral deficiente influye en la ingesta dietética del individuo y provocar desnutrición. Al no poder masticar bien, se deja de comer ciertos alimentos como por ejemplo frutas o determinadas carnes lo que conlleva una mala alimentación.
A la pregunta de si comes sano, estoy convencido que la mayoría responderíamos que sí, que llevamos una alimentación saludable. La gran contradicción surge cuando comparamos esa respuesta con los datos que se presentan en la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020. Según esos datos, el 44´9% de los hombres y el 30´6% de las mujeres padecen sobrepeso. Además, se señala que el 16´5% de los hombres y el 15´5% de las mujeres padecen obesidad.
Si se analiza la dieta, comprobamos que no se siguen las recomendaciones más comunes. Por ejemplo, el 36´1% de los hombres y un 28,8% de las mujeres no comen fruta a diario. Tampoco comen verduras a diario el 59% de los hombres y el 48% de las mujeres. Solo un 33% de los encuestados tomaba legumbres al menos 3 veces a la semana. El 66% consumía carne más de 3 veces a la semana frente al 40% de consumo de pescado. El 33% tomaba embutidos y fiambres más de 3 veces a la semana y un 21% no tomaba productos lácteos a diario. A lo anterior hay que sumar que el 23% consumía dulces a diario y el 16% afirmaba tener un consumo elevado de refrescos azucarados.
Solo la contradicción entre estos datos y pensar que tenemos una alimentación saludable justificaría la realización de una guía como está y la necesidad de promoción de una nutrición saludable entre la población.
Comer sano es una moda que ha llegado para quedarse. Si quieres saber más, estate atento a las siguientes entradas de nuestro blog porque ampliaremos la relación entre salud y nutrición y se establecerán recomendaciones alimentarias para embarazadas, niños, adolescentes y adultos mayores.
¡Qué la salud te acompañe!
Y si no puedes esperar puedes descargarte esta guía en el siguiente enlace
