Desde el primer momento que el diente queda expuesto a la acción de la saliva, ésta forma una capa de glucoproteínas que se adhiere a los cristales de hidroxiapatita que forman el esmalte dental, creándose sobre ellos lo que se llama la película/cutícula adquirida o temprana. Esta película recubre todas las superficies dentales y de los tejidos expuestos al medio bucal, además de encontrarse también sobre las obturaciones (empastes) y sobre las prótesis.
La película adquirida juega un papel importante en la adhesión bacteriana y es a partir de ella cuando se produce la llegada de los primeros microorganismos colonizadores, los cuales interactúan y afianzan su agregación y adhesión a través de sus propios procesos metabólicos. El resultado determinará la composición microbiana y la estructura final de la placa bacteriana madura.
Se puede definir el biofilm oral (placa bacteriana) como una “masa blanda, tenaz y adherente de colonias bacterianas formando un ecosistema organizado. Esta masa se deposita sobre las superficies dentales, encías y mucosas, además de otras superficies (tratamientos dentales), cuando no se practican métodos adecuados de higiene”.
No debemos confundir el biofilm oral con otros depósitos adheridos al diente y restos de superficies como son los residuos alimenticios y la materia alba.
La materia alba es un depósito amarillo o blanco pegajoso, que se ve a simple vista (capa superficial de la placa bacteriana). En su composición hay presencia de microorganismos pero carentes de estructura y organización interna como ocurre en el biofilm. La materia alba se visualiza sin necesidad de utilizar reveladores de placa (colorantes específicos), lo que es imprescindible para evidenciar la presencia de biofilm.
Desde la formación de la película adquirida hasta el inicio de maduración de la placa, el proceso de agregación bacteriana conlleva un periodo estimado de 7 días, llegando a la placa madura total, aproximadamente a las dos semanas.
La formación y crecimiento del biofilm oral, es uno de los mayores factores etiológicos (factores causantes) de la gran mayoría de las enfermedades orales, como son las caries y las diferentes afecciones de los tejidos que soportan el diente (como son la gingivitis o la periodontitis).
La higiene oral diaria, con un cepillado dental eficaz y el uso de seda y/o cepillos interdentales para limpiar los espacios entre dientes e implantes, es imprescindible para lograr la remoción mecánica del biofilm.
Después de las comidas principales, la higiene oral, eliminará los restos alimenticios y desestructurará el biofilm en su procesos iniciales, impidiéndole llegar a un estado de maduración, lo que favorecerá la prevención de las patologías orales.
Las visitas regulares a tu centro dental y un programa personalizado de prevención, donde se debe evaluar la calidad de la higiene oral, será la fórmula de éxito para disponer de una boca sana, un aliento fresco y una sonrisa luminosa.