El desgaste de los dientes es una parte natural del envejecimiento y por lo tanto, la extensión y la gravedad de cualquier desgaste deben juzgarse en función de la edad del paciente. La prevención es clave para el manejo del desgaste de los dientes, esto significa identificar el ‘desgaste dental no relacionado con la edad‘ lo antes posible y centrarse en identificar y prevenir los factores de riesgo que pueden conducir al progreso en las personas afectadas.
El desgaste dental es la pérdida de sustancia dental mineralizada, debido a factores químicos y/o mecánicos. Sus diferentes formas son:
- Erosión dental : pérdida química debido a la exposición a ácidos de origen no bacterianos, como pueden ser los ácidos presentes en la dieta o en determinados fármacos (ácidos extrínsecos) y personas con problemas de reflujo gástrico o vómitos continuos (ácidos intrínsecos).
- Desgaste o atricción dental: pérdida física debido al contacto de diente con diente. Es un signo de que el paciente puede presentar bruxismo o problemas de mordida (oclusión).
- Abrasión dental: pérdida física causada por objetos distintos a los dientes. P.ej. cepillo de dientes duro, hábito de morder objetos , etc…
El término abfracción dental, se aplica a un área del diente con muescas en el borde gingival y se ha utilizado para describir las microfracturas por estrés del diente debido a la carga oclusal. Se considera una causa separada del desgaste de los dientes, por lo que no se recomienda incluir este término en la clasificación.
El desgaste de los dientes es normalmente multifactorial, se trata de una combinación de erosión, desgaste y abrasión, lo que lleva a un cambio en la forma del diente.
Por definición, la erosión dental es la disolución del mineral del diente cuando la presencia de placa oral no está involucrada en su origen. La remineralización solo es posible en el esmalte, siempre que no haya una pérdida mecánica, porqué una vez que se pierde el tejido, el desgaste de los dientes se vuelve irreversible.
Consejos para prevenir el desgaste dental
Principalmente implementar hábitos saludables donde combinar la dieta equilibrada y una adecuada higiene oral con dentífricos fluorados. La investigación destaca cada vez más el papel de las bebidas ácidas, en particular los refrescos y los zumos de frutas.
Además, la saliva juega un papel importante en la dilución y amortiguación de los ácidos y facilita su eliminación al tragar. Por este motivo debemos tener una adecuada hidratación diaria, que nos facilite una adecuada producción de saliva y evitar el consumo de alcohol, el cual tiene capacidad de alterar el PH de la saliva, disminuyendo su capacidad protectora.
Desgaste químico por ácido extrínsecos | Acciones a considerar |
– Bebidas carbonatadas (excepto agua con gas sin sabor). – Vino. – Refrescos con alcohol y bebidas de diseño. – Bebidas energéticas y deportivas. – Bebidas que contienen ácido cítrico, incluidos los zumos naturales de naranja, limón y pomelo. – Tés de frutas. | Limite el consumo de bebidas carbonatadas y ácidas al momento de alguna comida. Sustituir con agua natural o agua con gas sin sabor. Beba té o café sin azúcar. Reduzca la temperatura de los tés de frutas y otras bebidas erosivas calientes; esto ralentiza la erosión, pero es preferible cambiar a una alternativa más segura. |
– Alimentos a base de vinagre (encurtidos). – Salsas de fruta. – Dulces ácidos. – Azúcar a base de frutas. – Frutas naturales ácidas en gran cantidad (naranja, limón, pomelo). | Limite si se consume con frecuencia. Sustituya la fruta ácida por verduras, plátanos o aguacates, sobre todo entre comidas y asegure una amplia variedad de verduras. |
– Tabletas masticables de vitamina C. – Aspirina. – Inhaladores para asmáticos. – Algunas preparaciones de hierro. | Reemplácelo con tabletas que se puedan tragar. Considere el reemplazo de la medicación con alternativas no ácidas, previo consultar a su médico. |